domingo, 21 de octubre de 2007

Grandísimo pequeño


Hijo, mi grandísimo pequeño
Sangre de mi sangre.
En tí me veo cada día,
por tí creo que aún es posible.
Nada me somete, nada puede dañarme.

Eres el signo de mi vida,
Eres lo que trasciende de mi existencia.
Tengo contigo un pacto, un compromiso, un deber.
Dios Creador te mandó a mi lado
para que hoy disfrutemos y seamos uno los dos.

No hay comentarios.: